Pregúntate ¿cuántos años tienes y cuantos has vivido?…parece que es la misma pregunta pero es muy distinta, puedes tener X años pero realmente has vivido muchos menos, normalmente no recordamos lo que hicimos un miércoles cualquiera a las 12.00 de la mañana, cuando echamos la vista atrás recordamos aquellos momentos que han sido especiales para nosotros y han marcado momentos importantes en nuestras vidas, seguramente si juntamos todos estos momentos que realmente hemos vivido no sumen una gran cantidad de años.
Estos momentos quedan en nuestros recuerdos y con el paso del tiempo vamos perdiendo detalles de cada uno de ellos, una de las formas que tenemos para que estos recuerdos queden para siempre con todos sus detalles son
la fotografía y el vídeo.
Hasta hace poco la fotografía de boda estaba infravalorada por la mayoría de todos nosotros pensando que era algo romanticón y ñoño, si miramos más allá de lo que ha supuesto hasta ahora una boda vemos que en realidad son dos personas que han decidido dar uno de los pasos más importantes en sus vidas y lo quieren compartir con todos sus seres queridos, pienso que este es uno de esos momentos que van a formar parte de lo que realmente vamos a vivir y van a quedar en nuestro recuerdo, llevo muchas bodas a mis espaldas y puedo asegurar que a lo largo de todo el día de una boda las parejas experimentan una montaña rusa de sentimientos.
Cada uno elige la forma en la quiere recordar esos momentos, la típica fotografía de posado y los vídeos infumables han pasado a la historia y hoy en día se están haciendo trabajos de una calidad artística de admirar.
La fotografía de boda se ha convertido hoy día en uno de los campos más completos de la fotografía, donde el fotógrafo debe manejar casi todos los campos de la fotografía (Interior, exterior, bodegones, documental, artística, posados, etc ) todo ello con la presión de que estamos sujetos a un horario impuesto y la dificultad y responsabilidad del directo además de lidiar con todo tipo de personas y situaciones imprevistas.
A la hora de elegir a tu fotógrafo de bodas no sólo estás eligiendo un profesional con cámara profesional, si no que estás eligiendo su forma de ver y transmitir, hay que distinguir entre dos tipos de fotógrafos claramente, aquellos que van a realizar su trabajo porque es lo que les ha tocado y están deseando terminar y cobrar, y aquellos que realmente se emocionan y disfrutan realizando su trabajo, cada uno de nosotros puede plasmar la misma situación de una manera diferente y transmitir diferentes emociones, por eso a la hora de elegir al fotógrafo que va inmortalizar uno de los momentos que querrás recordar para siempre tiene que ser alguien que te emocione con su forma de ver la vida que le rodea.
Si realmente queréis hacer feliz a un fotógrafo es bien fácil, decidle “Gracias por inmortalizar este momento de la mejor forma posible, me has emocionado”, seguro que el que se emociona es él o ella y no olvidará vuestras palabras nunca.